lunes, 22 de abril de 2013
Payunia. Paz y belleza nacidas de la furia
Uno de los campos volcánicos más grandes de América del Sur se encuentra prácticamente oculto entre un sinfín de dunas negras, amarillas, rojas y azules a unos
200 kilómetros de la ciudad de Malargüe.
Esta región posee, en promedio, más de diez volcanes cada cien kilómetros cuadrados y se han contabilizado en ella al menos ochocientos conos. La variedad vulcanológica de la zona convierte a este paisaje en uno de los más particulares y llamativos de la provincia de Mendoza. Los restos del material volcánico que se disemina a lo largo de la extensa superficie de la Reserva, hacen que el desolado paisaje se convierta por momentos en un crisol de colores y texturas que lo convierten en un espectáculo magnífico.
También representan un show en sí mismas las coladas de los volcanes, se pueden ver aquí las más extensas del planeta comparadas por los científicos con las encontradas en Marte. En este punto puede mencionarse por ejemplo la del Volcán Santa María, una lengua de roca fundida de 17 kilómetros que, tras enfriarse dio origen al denominado Escorial de la Media Luna.
Los reyes de este maravilloso panorama son Payún Liso (el más elevado) y Payún Matrú, el cual durante su última gran explosión, se hundió sobre sí mismo formando una caldera de nueve kilómetros de diámetro, en cuyo interior se encuentra una laguna de aguas cristalinas.
Payunia, nacida de la furia del interior de la tierra hace miles de años, es hoy un escenario exquisito y surrealista, ideal para reencontrarnos con la naturaleza y con nosotros mismos.



Fotos: Payún Liso y colada, colores del Payún Liso, colores del Payún Matrú, Pampas Negras. (gentileza Dirección de Turismo Malargüe)
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